Septiembre es el mes elegido por muchos trabajadores para volver al trabajo tras sus vacaciones. Toca recuperar rutinas, un proceso que en muchas ocasiones se hace complicado. Las dificultades no afectan a todos por igual, ya que a las mujeres, las personas de más edad o los que tienen responsabilidades familiares les cuesta más.
Por ello, TE OFRECEMOS una serie de claves para hacer más agradable y llevadera la "vuelta al cole", con optimismo y aprovechando la energía acumulada durante las vacaciones.
1. Sin lamentaciones
Durante los primeros días tras las vacaciones es normal la negatividad y la melancolía. Es necesario realizar un ejercicio de refuerzo, premiándose a uno mismo todo lo que se haga bien. Está comprobado que el autorrefuerzo ayuda a incrementar el autoestima y tener un concepto positivo de uno mismo.
2. Socialización
Es muy importante hablar con los compañeros y escucharles. La socialización es la base de una buena vuelta al trabajo. Comentar las vacaciones o comprobar que todos siguen bien, ayuda. Asimismo, es bueno incorporar algo que motive en el puesto de trabajo, como una nueva agenda o un bolígrafo.
3. Organización
La organización es una de las máximas de siempre, pero especialmente importante en un momento en el que todo puede parecer nuevo, y con el trabajo que se habrá acumulado. Es vital realizar un plan semanal, y mentalizarse de que es imposible abarcarlo todo antes de tiempo.
4. Priorizar
En el mismo sentido, es básico aprender a dar prioridad. Es algo que parece de pura lógica, pero que en muchas ocasiones no se pone en práctica. Es un aspecto básico para sobrellevar de modo óptimo la rutina.
En el mismo sentido, es básico aprender a dar prioridad. Es algo que parece de pura lógica, pero que en muchas ocasiones no se pone en práctica. Es un aspecto básico para sobrellevar de modo óptimo la rutina.
5. Sin precipitarse
Por otro lado, hay que tener en cuenta que, aunque es bueno encarar cuanto antes todas las actividades laborales, se necesita un tiempo de entrenamiento. Así, se evitará tomar decisiones precipitadas, que podrían causar problemas posteriores.
6. Descanso
Una vez envueltos en la vorágine laboral, muchas veces se olvida dedicarse tiempo a uno mismo. Por ello, es muy conveniente llevar a cabo actividades placenteras, similares a las que se hacían en verano: salir a cenar, noches exclusivas con la pareja, etc.
7. El ocio sigue
Muchas veces se tiene la creencia de que con el fin del periodo estival no se pueden seguir llevando a cabo actividades de ocio. Y no es verdad. Todo lo contrario, de hecho: hay que seguir disfrutando del tiempo libre.
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