Aquí tenemos el símbolo de Teruel por excelencia: EL
TORICO. Situado en la plaza del mismo nombre, es el testigo presencial y mudo
de los latidos de una ciudad que quiere vivir, que intenta caminar hacia el
futuro, sin olvidar su rancio pasado.
Pero
la tarea no es fácil. El progreso de Teruel viene marcado por la dependencia de
su hermana mayor, Zaragoza. Ciudad que lo fagocita todo y que solo permite que
a nuestra ciudad le lleguen las migajas del desarrollo, del trabajo y del
crecimiento.
El
turismo debe ser un foco de atención, pero yo me inclino también por crear una ciudad
universitaria. Por su localización, fisonomía y número de
habitantes estamos ante una ciudad ideal para establecer un adecuado desarrollo
universitario, pero, una vez más Zaragoza, sus políticos , empresarios... se
oponen, ¡ Todo para ellos! La prueba más cercana la tenemos en las últimas
adjudicaciones de facultades. ¿Qué nos ha llegado? las sobras. ¿Donde están las
carreras con futuro?
Parece
que invertir en Teruel les da alergia. Saben que somos gente pacífica, que
nunca nos revolvemos de forma airada. Pero cada día nos damos cuenta de las
injusticias que se cometen contra nuestra tierra, de lo abandonados que nos
tienen. Por ello la coordinadora "Teruel Existe" surgió como un
estandarte de las reivindicaciones turolenses. Pero todo pasa, a todo se
acostumbran, el tiempo todo lo borra...
Eso era lo que los políticos han pensado. pero yo creo que hay que
revitalizar el movimiento, que darle una vuelta de tuerca a las solicitudes y
ser mucho más constantes.
En definitiva, debemos luchar por nuestra tierra, intentar que la savia nueva de los
jóvenes no se vayan, que puedan estudiar aquí y poder ejercer en su ciudad su
futura labor profesional.