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miércoles, 9 de marzo de 2016

LA ENURESIS INFANTIL NOCTURNA,¡ FÁCIL DE SOLUCIONAR!


La enuresis nocturna, o perdida de orina involuntaria durante el sueño al menos dos veces por semana, es un problema que afecta a más del 8% de los niños entre 5 y 12 años.
La enuresis es un trastorno de causa multifactorial, entre las que destacan: aumento de la producción nocturna de orina, disminución de los despertares nocturnos y escasa distensión vesical durante la noche.
En ocasiones su origen es hereditario y cuando uno o ambos padres tienen antecedentes de enuresis la posibilidad de padecerla aumenta entre un 50 y un 75%.

Los padres piensan que se solucionará de manera espontánea y, entretanto, los niños pueden padecer una patología grave.
El cuerpo produce un 70% de orina durante el día y un 30% durante la noche. En los enuréticos la hormona antidiurética, que da la orden de reducir la producción de orina nocturna, no se segrega en cantidad suficiente para disminuir la producción, la vejiga se llena durante el sueño y se moja la cama.
La enuresis provoca retraimiento social, baja autoestima, e impide al niño participar de actividades propias de su edad como dormir en casa de amigos o acudir a campamentos o excursiones.
Los expertos consideran que a partir de los cinco años los niños están preparados fisiológicamente para controlar esfínteres y no mojar la cama, por lo que en caso de que no lo haga, conviene acudir a un especialista,médico, pediatra o urólogo infantil, para descartar otras patologías y decidir si es conveniente el tratamiento.
Padres y niños desconocen que es un trastorno común con solución y no acuden al profesional, por eso sólo 2 de cada 10 enuréticos es evaluado y tratado por un médico.

El gran problema de la enuresis es, precisamente, que los padres piensan que se solucionará de manera espontánea y, entretanto, los niños pueden padecer una patología grave que aún no ha dado la cara y que tiene la enuresis como síntoma, y lo pasan mal por un problema al que no se da solución.
Para los padres, además, supone una carga adicional de trabajo y económica pues se estima que el lavado, secado y recambio de ropa, y el cambio frecuente de colchón supone al año un gasto de unos 1.200 .
Aunque la prevalencia disminuye con la edad, la enuresis está presente en adolescentes y adultos, pudiendo aumentar los casos severos.
El abordaje precoz permite controlar al paciente y evitar los síntomas en la infancia tardía y la adolescencia con consecuencias psicológicas mayores.
La sociedad debe dejar de considerar la enuresis un tema tabú con consecuencias menores y reconocerla como un problema con importantes implicaciones en la vida diaria del niño que precisa de 
consejo médico quien determinará el tratamiento más adecuado.