1. Fijación,
conservación y reconocimiento
La memoria es la capacidad de recordar. Va
acompañada de la facultad de conocer. Es necesaria porque si olvidáramos lo que
conocemos de un momento a otro, no serviría de nada el aprender.
En la memoria distinguimos seis fases o
aspectos: fijación, conservación, reconocimiento, evocación espontánea,
evocación voluntaria y temporalización.
La fijación es necesaria para que los hechos
psíquicos se graben o fijen en la persona. La grabación o fijación no es igual
en todos los hombres; depende de condiciones físicas, fisiológicas y psíquicas.
Las condiciones físicas son la intensidad, la
duración y la repetición. Se fija mejor un ruido fuerte que uno débil; lo que
dura muchos tiempo que lo breve; y se graba y fija mejor si los hechos se
repiten. Si un estudiante, después de comprender la lección, la repite varias
veces se graba mejor que si solo hace una lectura.
Las condiciones fisiológicas se refieren a los
enlaces neuronales, a la edad y al estado de salud.
Las condiciones psíquicas son muy importantes
en el aprendizaje. Se graba mejor la explicación del profesor cuando se presta
atención y se tiene interés en la lección. Se fija mejor el estudio cuando se
hace con concentración y se evitan las distracciones.
La conservación de la memoria depende de la
excitación de las células cerebrales o neuronas.
Reconocer es volver a conocer, es decir, darnos
cuenta que lo que oímos o vemos ahora ya lo hemos oído o visto anteriormente. Reconocer
es más fácil que conocer porque las cosas reconocidas nos resultan familiares.
2. Evocación y
temporalización
Evocación es la representación en la memoria de
algo percibido, vivido o conocido en el pasado.
Los hechos psíquicos se ensartan unos con otros
según las leyes de asociación estudiadas.
Cuando la evocación es inmediata, sin que
intervenga la voluntad, entonces se llama evocación espontánea. Ejemplo:
al recordar el lugar de nacimiento, es fácil evocar las calles, los
árboles, los juegos, los padres y hermanos.
La evocación es voluntaria cuando interviene la
voluntad. Nos esforzamos por recordar, por traer el pasado al presente. Cuando
el profesor pregunta la lección, el alumno tiene que hacer un esfuerzo
voluntario, ha de recordar.
Además de recordar las ideas y las cosas
también recordamos el tiempo en que ocurrieron los acontecimientos, es decir,
los situamos en el tiempo. Hay que distinguir el "localizar" que es
determinar el lugar o espacio que ocupa una cosa, de "temporalizar",
que es determinar el tiempo en el que ocurrió.
Para temporalizar nos apoyamos en recuerdos
importantes, como la fecha que aprobamos un examen importante, o tuvimos una
enfermedad o cuando hicimos un viaje.
3. El olvido,
la memoria mecánica y la racional
Olvidar es no recordar una o varias cosas. El
olvido es normal en la vida de las personas porque no podemos memorizar todas
las percepciones que tenemos durante el día o en un año.
La buena memoria no es la que recuerda todo,
sino la que mantiene lo que es interesante y valioso, olvidando todo lo demás.
La amnesia es la pérdida de memoria por causas
generalmente fisiológicas, como por ejemplo la vejez o una lesión en el
cerebro.
La hipermnesia es el recuerdo extraordinario de
muchas cosas o acontecimientos. Se produce cuando se viven emociones fuertes y
peligrosas. Ejemplos: un condenado a muerte, suele recordad con mucha claridad
toda su vida. También se produce hipermnesia cuando se padece fiebre o se toman
sustancias excitantes.
Hay que distinguir la memoria mecánica de la
racional. La mecánica consiste en memorizar palabras y frases sin comprender su
contenido. Esto es una mala práctica de estudiar. Las tablas de multiplicar las
aprendemos de memoria, pero después de entender el concepto de multiplicación.
La memoria racional consiste en comprender bien
los textos y recordar las ideas principales y secundarias que se pueden
expresar con diversas palabras. Esta es la forma de estudiar de forma útil y
valiosa.
La memorización es importante para el estudio y
aprendizaje. Por eso es aconsejable utilizar racionalmente las leyes de
asociación de Aristóteles, como son la semejanza, el contraste, la contigüidad
en el espacio y en el tiempo. También se ha desarrollado la mnemotecnia que es
un conjunto de métodos para mejorar y desarrollar la memoria, asociando una
cosa fácil con otra difícil. Ejemplos: recordar Evaristo Petronio si lo
asociamos con dos amigos, Eva y Pedro; el número 23,45 los recordaremos porque
son consecutivos: 2-3-4-5. Se graban y conservan mejor las lecciones
cuando se hacen repeticiones espaciadas de las ideas principales y secundarias
de la lección. También se aprende mejor si se estudia en varios días o semanas,
que estudiar mucho en un solo día. Los que se estudia con prisa, también se
olvida rápidamente.