Mostrando entradas con la etiqueta memoria. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta memoria. Mostrar todas las entradas

martes, 23 de febrero de 2016

LA MEMORIA. ¡QUÉ RECUERDOS AQUELLOS!.


1. Fijación, conservación y reconocimiento
   La memoria es la capacidad de recordar. Va acompañada de la facultad de conocer. Es necesaria porque si olvidáramos lo que conocemos de un momento a otro, no serviría de nada el aprender.
   En la memoria distinguimos seis fases o aspectos: fijación, conservación, reconocimiento, evocación espontánea, evocación voluntaria y temporalización.
   La fijación es necesaria para que los hechos psíquicos se graben o fijen en la persona. La grabación o fijación no es igual en todos los hombres; depende de condiciones físicas, fisiológicas y psíquicas.
   Las condiciones físicas son la intensidad, la duración y la repetición. Se fija mejor un ruido fuerte que uno débil; lo que dura muchos tiempo que lo breve; y se graba y fija mejor si los hechos se repiten. Si un estudiante, después de comprender la lección, la repite varias veces se graba mejor que si solo hace una lectura.
   Las condiciones fisiológicas se refieren a los enlaces neuronales, a la edad y al estado de salud.
   Las condiciones psíquicas son muy importantes en el aprendizaje. Se graba mejor la explicación del profesor cuando se presta atención y se tiene interés en la lección. Se fija mejor el estudio cuando se hace con concentración y se evitan las distracciones.
   La conservación de la memoria depende de la excitación de las células cerebrales o neuronas.
   Reconocer es volver a conocer, es decir, darnos cuenta que lo que oímos o vemos ahora ya lo hemos oído o visto anteriormente. Reconocer es más fácil que conocer porque las cosas reconocidas nos resultan familiares.

  2. Evocación y temporalización
   Evocación es la representación en la memoria de algo percibido, vivido o conocido en el pasado.
   Los hechos psíquicos se ensartan unos con otros según las leyes de asociación estudiadas.
   Cuando la evocación es inmediata, sin que intervenga la voluntad, entonces se llama evocación espontánea.  Ejemplo: al recordar el lugar de nacimiento, es fácil evocar las calles, los árboles, los juegos, los padres y hermanos.
   La evocación es voluntaria cuando interviene la voluntad. Nos esforzamos por recordar, por traer el pasado al presente. Cuando el profesor pregunta la lección, el alumno tiene que hacer un esfuerzo voluntario, ha de recordar.
   Además de recordar las ideas y las cosas también recordamos el tiempo en que ocurrieron los acontecimientos, es decir, los situamos en el tiempo. Hay que distinguir el "localizar" que es determinar el lugar o espacio que ocupa una cosa, de "temporalizar", que es determinar el tiempo en el que ocurrió.
   Para temporalizar nos apoyamos en recuerdos importantes, como la fecha que aprobamos un examen importante, o tuvimos una enfermedad o cuando hicimos un viaje.

  3. El olvido, la memoria mecánica y la racional
   Olvidar es no recordar una o varias cosas. El olvido es normal en la vida de las personas porque no podemos memorizar todas las percepciones que tenemos durante el día o en un año.
   La buena memoria no es la que recuerda todo, sino la que mantiene lo que es interesante y valioso, olvidando todo lo demás.
   La amnesia es la pérdida de memoria por causas generalmente fisiológicas, como por ejemplo la vejez o una lesión en el cerebro.
   La hipermnesia es el recuerdo extraordinario de muchas cosas o acontecimientos. Se produce cuando se viven emociones fuertes y peligrosas. Ejemplos: un condenado a muerte, suele recordad con mucha claridad toda su vida. También se produce hipermnesia cuando se padece fiebre o se toman sustancias excitantes.
   Hay que distinguir la memoria mecánica de la racional. La mecánica consiste en memorizar palabras y frases sin comprender su contenido. Esto es una mala práctica de estudiar. Las tablas de multiplicar las aprendemos de memoria, pero después de entender el concepto de multiplicación.
   La memoria racional consiste en comprender bien los textos y recordar las ideas principales y secundarias que se pueden expresar con diversas palabras. Esta es la forma de estudiar de forma útil y valiosa.
   La memorización es importante para el estudio y aprendizaje. Por eso es aconsejable utilizar racionalmente las leyes de asociación de Aristóteles, como son la semejanza, el contraste, la contigüidad en el espacio y en el tiempo. También se ha desarrollado la mnemotecnia que es un conjunto de métodos para mejorar y desarrollar la memoria, asociando una cosa fácil con otra difícil. Ejemplos: recordar Evaristo Petronio si lo asociamos con dos amigos, Eva y Pedro; el número 23,45 los recordaremos porque son consecutivos: 2-3-4-5.   Se graban y conservan mejor las lecciones cuando se hacen repeticiones espaciadas de las ideas principales y secundarias de la lección. También se aprende mejor si se estudia en varios días o semanas, que estudiar mucho en un solo día. Los que se estudia con prisa, también se olvida rápidamente.



jueves, 17 de diciembre de 2015

Los riesgos de dejar de escribir a mano: adiós a la ortografía y la memoria.-

La aparición de los smartphones y tabletas ha hecho que la escritura a mano haya perdido vigencia. Ahora vemos mensajes casi ininteligibles, con faltas de ortografía, sin vocales, sin tildes, sin haches...
Los riesgos de no escribir a mano son muchos: pérdida de memoria, menor fluidez de ideas a la hora de redactar, menos capacidad de lectura... Los expertos en neuroimagen desvelan que el cerebro se activa más cuando se escribe que cuando se teclea. Además, recomiendan dedicar al menos 15 minutos al día a esta práctica, puesto que estimula hasta 14 habilidades diferentes, entre ellas, la organización, la concentración o la atención. Los movimientos que usamos al trazar las letras dejan una memoria motora en la parte sensoriomotora del cerebro, creando una conexión entre lo que se escribe y lo que se lee.
Por el momento, no hay ninguna relación directa entre la escritura que hacen los adolescentes a través de las aplicaciones como WhatsApp, Telegram, Facebook, etc., y el hecho de que se puedan cometer un mayor número de faltas de ortografía. Se ha cambiado el formato de la escritura, de lo tradicional a una comunicación escrita que prima lo que se dice y no cómo se dice.
¿Qué es escribir bien?
Pero, ¿qué se considera escribir bien? Escribir bien consiste en redactar frases que tienen sujeto, verbo y predicado; usar tiempos verbales; resumir, mostrar de qué se está escribiendo y de qué no; que el texto tenga un comienzo, un desarrollo y un final... Sin embargo, los errores de ortografía, concordancia y sintaxis son las carencias gramaticales más comunes entre los españoles.
Entonces, ¿por qué escribimos peor? "Creemos que esto se debe a una falta de lectura del alumnado, un menor interés por la corrección léxica, la inmediatez de los mensajes en las redes sociales y la corrección automática de los dispositivos digitales", según indica Taissa Queizán Angell, profesora de los Grados en Educación Infantil y Primaria de la Universidad Francisco de Vitoria.
El aula conectada
En España, las universidades han notado un incremento del uso de los dispositivos digitales en clase. Aún no han contabilizado cuántos hay, pero se nota un aumento mayor en las universidades privadas, que en las públicas.
Ordenadores portátiles, y en los últimos años, tablets. "Estos dispositivos permiten tomar apuntes y buscar información al instante. Son de gran ayuda en aquellas clases que no se basan únicamente en la lección expositiva, para realizar trabajos en grupo y desarrollar proyectos. Sin embargo, el riesgo está en las distracciones que llevan consigo estos dispositivos: redes sociales, chats, mensajes instantáneos... Además, los expertos indican que quienes toman apuntes con ordenador tienen en la pantalla algo que no guarda relación con la clase durante un 40% del tiempo.
Uso de smartphones
Otro dato a tener en cuenta es que el 20% de los docentes (de todas las etapas educativas) utiliza sus teléfonos móviles y tabletas para impartir clase y un 80% permite a sus alumnos utilizar estos dispositivos en el aula y siempre con fines educativos. "Lo importante es que los alumnos centren la atención al tomar apuntes, independientemente del soporte en que lo hagan. Agustín de la Herrán Gascón, de la Universidad Autónoma de Madrid, diferencia la manera de tomar apuntas según los cursos, "en primero es más frecuente que los tomen con bolígrafo y cuaderno o papeles sueltos, y en cursos de máster se ven más dispositivos digitales". En contraposición, desde la escuela de negocios Eseune, afirman que "hay diferencias con la edad de los alumnos: los más jóvenes con edades entre los 22 y 26 años, apenas toman notas en papel. Los mayores (de entre 30 y 45 años) siguen prefiriendo el papel".
Algunos neurocientíficos hacen hincapié en la importancia de la escritura cursiva para mejorar el desarrollo del cerebro, las habilidades motoras, el autocontrol e incluso la dislexia. Tomar apuntes a mano requiere un procesamiento cognitivo más exigente que escribir en un dispositivo digital de manera automática. Además, cogiendo notas con el ordenador portátil o con la tableta, la persona se implica menos en la escucha y retiene peor.