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jueves, 14 de abril de 2016

A TERUEL SE LE MUERE EL TREN.LO ESTÁN MATANDO.-





Empleados de Renfe y Adif dicen que Teruel se quedará sin ferroviarios en 5 años
Al sustituir a Teruel de la lista de residencias estratégicas las plazas de trabajadores que se jubilen se



Los trabajadores de Renfe y Adif han denunciado que en cinco años Teruel se quedará sin personal para el servicio de trenes, una medida más que demuestra que la línea camina al cierre a corto plazo, después de años sin mejoras.

La decisión de Renfe de suprimir a Teruel de la lista de residencias estratégicas supone que l
as plazas de trabajadores que se jubilen se repondrán en Zaragoza, no en Teruel, y desde allí tendrán que viajar los conductores para trabajar en Teruel.

Esta medida se ha tomado a nivel estatal con el acuerdo entre la empresa y el sindicato SEMAF.

"No queremos que la plantilla se engorde en Zaragoza y aquí nos dejen morir", ha dicho en rueda de prensa Francisco Gómez, delegado de personal de Renfe por CCOO, "solo nos falta a Teruel que vaya perdiendo población".

De los 26 conductores de Renfe, este año se espera que se jubilen tres y al año que viene otros tres, además de las bajas que actualmente sufre la plantilla.

Según los datos aportados por los trabajadores,
 hace quince años Renfe contaba con 120 trabajadores en Teruel, dato que se ha rebajado en un cincuenta por ciento en estos años. Ahora, hay 26 trabajadores de Renfe y 38 de ADIF.

Además, Gómez ha criticado que la empresa ha rechazado dos peticiones de empleados en Barcelona que en el concurso de movilidad habían solicitado plaza en Teruel.

Los problemas de personal ya se han hecho notar, según han recordado, con incidentes como el del pasado sábado cuando Renfe tuvo que sustituir un tren por un autobús por falta de maquinistas, en un periplo que llevó a los pasajeros a viajar también en microbús y a llegar una hora y media tarde a su destino.

Esta es una de las últimas medidas que demuestran que el abandono de la línea por parte de las administraciones la lleva al cierre que, según los trabajadores, es cada vez más inminente.

De hecho, el delegado de personal de Adif Pablo Justo, ha apuntado que ya consta que
 en 2018 cerrarán las líneas por las que no discurran al menos 300 trenes al mes.

Ese sería el caso de la línea que pasa por Teruel y une Zaragoza con Valencia, que registra poco tráfico de trenes y un escaso número de viajeros, que achacan los trabajadores a la mala política de la empresa.
Así, en los últimos años han aumentado las limitaciones de velocidad, y no se ha mejorado la política de precios ni de horarios, tal y como pedían los empleados.

De hecho, desde que en 2013 se reactivaron las movilizaciones ante las administraciones para reivindicar la mejora de la línea, las limitaciones de velocidad por el mal estado de la línea han aumentado de seis a diez, y de Zaragoza a Teruel de tres a ocho.

Así, los tiempos de viaje han aumentado y el precio también hasta, por ejemplo, llegar a las cinco horas de trayecto de Zaragoza a Valencia.
La única actuación anunciada en la línea es la instalación del tren tierra "adjudicada en enero después de años de espera y todavía no sabemos nada", ha añadido. 
Y ES QUE A TERUEL LO SIGUEN DENOSTANDO, ESTÁN MATANDO EL TREN Y SU FUTURO.


jueves, 25 de abril de 2013

LEYENDA DE SAN JORGE Y EL DRAGÓN.-



            Cuenta la leyenda que llegó  a oídos de Jorge que en un pequeño reinado de una comarca lejana de Libia, en la ciudad de Silca, había una bestia fabulosa que amedrentaba a la población.

             Salio él hacia ese lugar. La bestia era un inmenso dragón que habitaba en la orilla de un lago cerca de la ciudad. Este dragón no solo se devoraba a sus presas sino que su aliento era mortal. A fin de calmarlo y mantenerlo a cierta distancia, se le entregaba periódicamente una yunta de animales. Así corrían los días, los meses, hasta que un día se acabaron todos los animales de la región, no había ningún animal que entregar en sacrificio. En ese momento un campesino recordó que la princesa, la hija del rey, cuidaba de un pequeño

corderito que había quedado huérfano, entonces la población decidió ir a pedirle el corderito a la princesa. Ésta, con todo su dolor y desconsuelo comenzó a llorar y se negó a entregarlo.

             El rey ordenó inmediatamente enviar a sacrificio a aquel corderito, para mantener tranquila a la bestia. Así fue, el cordero fue dejado como hacían con todos los demás animales a las afueras de la ciudad, a las orillas del lago. En el momento en que el dragón fue en busca de su presa, se encontró con el pequeño cordero, al cual rechazó, matándolo de un solo zarpazo. Lo dejó tirado en el lugar y se retiró. La princesa se enteró de lo sucedido y le pidió a su padre, el rey, que le hiciera hacer un cinturón con la piel del cordero.

            A los  pocos días de aquel episodio, en el pueblo se escuchó un fuerte estruendo, acompañado de bravos bramidos. El viento se volvió fuerte de golpe, todo parecía que era una gran tormenta, pero el cielo estaba claro y el sol brillaba desde lo alto, sin nubes. Era el dragón que se había enfurecido y clamaba por una cuota mayor de alimento. Aterrada la gente y el rey, convino que era hora de entregarle al dragón carne humana, pero esta debería ser de muchachas menores de 15 años. La población, de acuerdo con el rey, creyó que era el único camino que había para calmar a la bestia que se había enfurecido como nunca. Así hicieron, decidieron que fueran aquellas jóvenes que se encontraran enfermas, pensaron que el dragón al comer a las muchachas enfermas, este también  enfermaría, y así moriría.

            Pero esto no ocurrió, ni enfermo, ni murió, entonces decidieron que fuesen las jóvenes raquíticas, hasta que llego el día en que la ofrenda eran jóvenes en buen estado de salud hasta que no no quedó  ni una sola muchacha. La única que quedaba era la princesa, la hija del rey.

            La gente se presentó en el palacio y le dijo al rey que tenia que entregar a la princesa, este se negó. la gente le decía que como el dragón no callaba y se presentaba amenazadoramente quizás lo que quería era carne real. y puesto que el mismo rey había escrito el edicto para las muchachas menores de 15 años, justo era que entregase  a la princesa que aun no los había cumplido. 


            La princesa desde el lugar donde estaba, había escuchado toda la deliberación de su padre y los representantes del pueblo, entonces salió y dijo que era justo lo que el pueblo exigía de su padre, pues había jurado morir por su pueblo si así hiciera falta. Oído esto, el rey pidió al pueblo que le dieran 8 días para poder despedirse de su querida hija. Así fue, pero el octavo día llego, y el pueblo fue en busca de la princesa para que esta fuera dada en sacrificio al dragón que estaba más enfurecido que nunca, por el largo tiempo sin alimentos. 

             El rey lloraba desconsoladamente al ver que la partida de su hija era inminente, y la princesa vistiendo sus mejores galas se presentó para ser llevada en sacrificio al dragón, llevaba puesta su corona, el cinturón con la piel de su pequeño cordero, caminaba firme y decidida en medio de la aclamación del pueblo, y del llanto de su padre. Al llegar a las afueras de la ciudad, a la vera del lago la dejaron sola, todos se retiraron, en ese momento la princesa se arrodilló y dirigió su mirada a lo alto del cielo. 

            Era la hora en que el sol comenzaba a ocultarse, el cielo reverdecía como fuego, el viento helado soplaba en dirección al pueblo. A lo lejos se divisó una polvareda, muchos pensaron que era a causa del viento que había comenzado a soplar de manera más intensa. En medio de la polvareda se comenzó a dibujar la figura de un soldado a caballo, que se abalanzó hacia donde estaba la princesa. Ella al no entender de que se trataba, se quedó paralizada. El caballero se dirigió hacia el dragón y se trenzaron en una brava lucha.

            El dragón se retorcía tratando de enredarse en las patas del caballo para hacerlo caer y dejar indefenso al caballero. Al no conseguir tirar al caballo, el dragón se levantó, se irguió y fijo su mirada en los ojos del caballero, era así como hipnotizaba a sus victimas, para luego darles muerte. Pero San Jorge pudo más que el, y tomando más fuerza tomó su lanza y la hincó levemente en la cabeza del dragón. Entonces le gritó a la princesa que le pasara el cinturón que ella llevaba puesto. Ésta le pasó  una punta del cinturón y San Jorge enroscó la cabeza del dragón con el cinturón de la princesa.  En ese momento San Jorge le dijo a la princesa que no tuviera miedo, porque el dragón se había vuelto manso como un cordero. 


          Así fue que volvieron juntos al pueblo San Jorge y la princesa, llevando al dragón como si fuera un cordero por lo manso, arrastrándose tras de ellos. La multitud de 20.000 habitantes estaba presente, todos lo aclamaban, al ver aniquilado a la causa de sus desventuras y penurias. Al llegar frente al rey, el caballero Jorge le cortó  la cabeza al dragón y se la ofreció al rey.

            Al ver esto, luego de haber escuchado los relatos de San Jorge, cuando les contaba que el no era ningún brujo, sino que obraba en nombre del único y verdadero Dios, la gente se maravillaba y quedaba asombrada de la vida de Jesús, que el santo les relataba. Es así que todo el pueblo, incluso su rey quisieron ser bautizados en el nombre de Jesús, Dios y el Espíritu Santo. 
cuenta la leyenda que el rey le ofreció en matrimonio como agradecimiento a la princesa y que con ella se casó.