viernes, 4 de septiembre de 2015

LOS PEIRONES DE VISIEDO. FOTOS.-

PEIRÓN DE LOS MOZOS


             El peirón conocido como “de los mozos” es el más antiguo de la localidad y uno de los de mayor calidad .Se halla ubicado a las afueras de la localidad, en el camino hacia donde se cruzan la calle del Rosario y la calle del Carmen.  Quizás se hacían  rogativas los tres días previos a la Asunción, cada día ante un peirón diferente. Fue trasladado a la plaza junto a la iglesia cuando se restauró en 1990 según proyecto de Carmen Garzarán.
Su tipología es la habitual de las cruces de origen gótico más comunes en el Maestrazgo y en el Bajo Aragón. Sobre una grada de tres escalones de sección circular, se apoya una base octogonal sobre la que arranca la esbelta columna también octogonal, su anchura se va reduciendo conforme aumenta su altura. Lo remata un capitel de orden jónico de esmerada talla. Sobre él se encuentra un prisma octogonal en el que aparece representado en bajorrelieve un apóstol en cada una de sus ocho caras, rematándose todas ellas por un sencillo tímpano triangular. La base de la cruz original, coronando el peirón. Se trataba de la habitual cruz de doble faz en la que en una cara aparece Cristo crucificado y en la otra la Virgen. Todo él debía alcanzar casi los seis metros. Se trata de la monumentalización en piedra de las cruces procesionales, repitiendo la misma disposición de Cristo y de la Virgen que aparece en éstas. Este tipo tuvo mucha difusión en el siglo XV durante el gótico. El peirón de los Mozos de Visiedo quizás se pueda datar en el siglo XVI, pues la presencia del capital jónico y de los tímpanos triangulares “a lo romano” parecen indicar cierta influencia renacentista. Su nuevo emplazamiento ha propiciado un nuevo uso del peirón. Así en agosto tras al chupinazo que abre las fiestas se procede a la puesta del pañuelico al peirón anunciando que la población ésta en fiestas, en una clara importación de la tradicional puesta del pañuelico al Torico en la Vaquilla de Teruel.


PEIRÓN DE LA CRUZ CUBIERTA



                  En el antiguo camino hacia Perales, se sitúa el magnífico peirón de la cruz cubierta o “peirón cubierto” como también se le llama. Responde a la tipología poco habitual en la provincia, pues junto a la cercana cruz cubierta de Perales con la que guarda innegable parentesco, no se conserva ningún otro. Se trata de un templete con una planta cuadrada de 5 por 5 m y una altura de 5,5 m. Cuatro columnas de sillería sustentan una techumbre de madera a cuatro aguas, cubierta con teja árabe. Las columnas poseen una base cuadrada de la que parte un fuste ochavado para rematarse en un capitel también cuadrado. Sobre las cuatro columnas aparecen una serie de poderosas zapatas en las que apoya la techumbre de madera. Del elemento central sólo se conserva una grada de tres escalones de sección circular. Fue restaurado en 1990 según proyecto de Carmen Garzarán. Para determinar como fue el elemento central tenemos dos referencias. Primero la descripción de 1722 en la que se dice: “al salir del lugar azia Alamín esta un peiron o crucero cubierto con columnas y tejado y el crucero con historias de piedra bien labradas a las cuatro caras de lo dicho del pedestal en donde esta la cruz y dicho pedestal sobre gradas”. Vemos como en el primer cuarto del siglo XVIII este peirón o crucero cubierto junto al camino a Alamín, antiguo nombre de Perales, poseía sobre las gradas un pedestal cuadrado en el que aparecían una serie de escenas. constesculpidas en sus cuatro caras y sobre este se alzaba la cruz. Para saber lo que en ellas se representaba habría que intentar localizar los restos que de ellas se puedan conservar.
Con este tipo de estructura se trataba, por un lado,  proteger de las inclemencias del tiempo a la cruz mientras que por otro se monumentalizaba el crucero. La espectacularidad de esta cruz cubierta se ve afeada por las construcciones ganaderas que lo rodean, desluciendo considerablemente el marco. Antes, los tres días previos al día de Santa Cruz se iba en rogativa a las siete de la mañana, y ese día se hacía desde él la bendición de los campos, costumbre que actualmente ha sido desplazada por la bendición que se hace en el peirón de San Isidro, el día 15 de mayo.

PEIRÓN DE SAN FRANCISCO O DEL CALVARIO
                                     

                    A las afueras de la población, en el camino de la ermita de Santa Bárbara dirección Santa Eulalia se encuentra el pilón de San Francisco, llamado popularmente como del Calvario. Se trata de un peirón de notable nobleza, todo él realizado en sillería. Sobre una grada de dos escalones de planta cuadrada se alza la base del fuste de perfil cóncavo. En cada una de las caras del cuerpo del fuste aparecen labrados tres cuadrados. Dos elegantes molduras delimitan la hornacina, que debía cobijar una imagen exenta hoy pérdida. Según fuentes orales, en la hornacina “se veía una especie de cuna”. Se corona con un chapitel piramidal de perfil curvo rematado por una bola. Es muy posible que sobre la bola se alzara una cruz metálica. Hace unos diez años fue alcanzado por un rayo afectando los daños especialmente a la hornacina y el remate. Existe intención por parte del ayuntamiento de restaurarlo. Este peirón se halla emparentado estilísticamente con otros muy similares construidos en la zona a comienzos del siglo XVIII, siendo prácticamente idéntico al peirón de San Antonio de Camañas fechado en 1719.
 La denominación “del Calvario” se debe a que hasta él se acercan el Viernes Santo en procesión, pero su tipología es ajena a los típicos calvarios con sus estaciones. Su verdadera advocación es a San Francisco, aunque no sabemos dilucidar, por el momento, sí se trataría de San Francisco de Asís, por la fuerte presencia franciscana en la localidad y el papel de esta orden en la popularizaron de los calvarios en las comarcas turolenses desde finales del XVI (no en vano el franciscano padre Selleras murió en esta localidad cuando predicaba la Cuaresma)  o bien se pudiera tratar de San Francisco Javier, santo que tenía una cofradía y un retablo en la antigua iglesia a comienzos del siglo XVIII.

                         PILÓN DE LA VIRGEN DEL ROSARIO
                                       


                    Se halla en la calle del Rosario, adosado a una tapia. Posee una pequeña base cuadrada ligeramente más ancha en la que se asienta el fuste, también de sección cuadrada. Sobre éste se abre una capilla ligeramente más estrecha que mira hacia el sur, recogiendo en su ángulo de visión la mayor parte del pueblo. En el hueco de la capilla aparece una baldosa cerámica con la virgen titular y se cierra con un alambrado. La base del remate piramidal que aparece sobre ella es de similar anchura que la del fuste. Una sencilla cruz de hierro forjado corona este pilón. Tanto la base como el fuste aparecen encalados. Tuvo a sus pies dos escalones de color azul en los que los devotos se podían arrodillar para rezar, que fueron eliminados no hace mucho. El culto a la Virgen del Rosario es muy común en el valle del Jiloca a partir de su difusión por los dominicos, en el siglo XVI. Procedente de la anterior iglesia, destruida al ser utilizada por las tropas franquistas como polvorín, se conserva una imagen de la Virgen del Rosario del siglo XVI. Antiguamente se iba en procesión el día 7 de octubre. Sus características formales no aportan mucho para poder datarlo.

                             El PILÓN DE SAN ANTONIO DE PÁDUA

                            

               Próximo al anterior se encuentra el pilón de San Antonio, adosado a la misma tapia, pero orientado hacia el oeste, viéndose desde su hornacina parte de la población y del término municipal. Sobre una pequeña base cuadrada ligeramente más ancha, se alza un fuste de igual sección. La hornacina abierta en la zona superior cobija un azulejo con el santo titular, que no parece ser el original ya que se han necesitado algunas baldosas blancas para completar el fondo del hueco. Sobre ella aparece un chapitel piramidal, de escasa altura, rematado por una sencilla cruz de forja. Antiguamente en honor de este santo franciscano se rezaba el rosario delante del pilón y se le decía la novena, nueve días antes del 13 de junio.  Una mujer del pueblo se encargaba de realizar los rezos, sin la presencia del sacerdote. En 1990 fue adecentado. El actual pilón parece ser que se construyó hacia 1909. Su estado de conservación es bueno, encargándose de su mantenimiento los vecinos de la calle.

                                         PILÓN DE SANTA MARÍA



Del pilón de Santa María, situado dentro del casco urbano, en la calle a la que da nombre, no muy lejos del castillo, se dice que  señala el lugar donde estuvo la ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, que debió ser la primitiva parroquia en la Edad Media. Ejemplifica el tipo más generalizado entre los peirones de Visiedo: sobre una grada cuadrada de dos escalones se alza su fuste, de sección cuadrada también, que en este caso su base aparece pintada en color cemento mientras que el resto del cuerpo aparece encalado; una moldura separa la capilla en la que se abre una hornacina en cuyo interior se encuentra un azulejo con la Virgen y el Niño, rematándose por un chapitel piramidal de escasa altura y una interesante cruz de forja.
 De mantener su excelente estado actual se encargan los vecinos del barrio. Antiguamente el día del Corpus se salía en procesión hasta este peirón. Tras la guerra civil, cuando aún no se había construido la nueva iglesia y se utilizaban para el culto las ermitas de Santa Ana y del Carmen, en todas las procesiones se visitaba este peirón.

PILÓN DE NUESTRA SEÑORA DE LOS DESAMPARADOS


          Allí donde la calle que lleva su nombre desemboca en el camino hacia Rillo, se alza el pilón de Nuestra Señora de los Desamparados. Asienta su base sobre una roca irregular. Su fuste de gran altura semeja un obelisco cuya silueta sólo se ve interrumpida por una moldura sobre la capilla. Una elemental cruz corona su cima. En la hornacina abierta hacia la población, junto a restos de azulejos anteriores, aparece la titular y el rótulo “Ntra. Sra. de los Desamparados”, y para que no haya ningún tipo de dudas sobre su advocación, en la reja que la cierra aparece escrita con metálicas letras dispuestas en diagonal la palabra “Desamparados”; todo ello parece que se realizó en una reforma hacia 1970.

                                          PILÓN DE SAN ISIDRO
                                                             


 Cincuenta metros más allá, siguiendo el camino hacia Rillo se sitúa el pilón de San Isidro. Sobre una grada cuadrada de un solo escalón se alza el fuste cuya base de igual anchura que el resto del fuste ha sido subrayada en cemento apareciendo el resto cubierto de yeso. La hornacina se abre hacia el pueblo. La remata una chata pirámide coronada por una bella cruz, de apariencia solar. Se halla algo deteriorada por los elementos. Al pilón de San Isidro se acude el 15 de mayo a bendecir el término municipal. Antiguamente se hacía una rogativa el 3 de mayo y se cantaban unas coplas al santo labrador. La festividad de este santo madrileño que fue canonizado en 1622, coincide con las celebraciones romanas de los idus de mayo. A él se le atribuye ser quien señaló el camino a los cristianos para sorprender a las tropas musulmanas cruzando Sierra Morena. Este espíritu de reconquista y cruzada propició su adopción y difusión generalizada como patrón de los labradores durante el franquismo, pues con anterioridad la devoción de los campesinos aragoneses se inclinaba por santos como San Lamberto, San Fabián y San Sebastián o los propios San Abdón y San Senén, entre otros.
PILÓN DE LA VIRGEN DEL PILAR
                                                        

                       Este pilón situado junto al pueblo, en el camino hacia Alfambra, difiere ligeramente del tipo más habitual en esta localidad, ya que sobre una base cuadrada encontramos un robusto fuste de sección circular, mientras que el cuerpo que alberga a la capilla vuelve a ser cuadrado, rematándose con una aparatosa pirámide de perfil bulboso, que se corona por una cruz similar a la de el pilón de San Isidro, perdiendo aquí su encanto ante el brutal volumen del chapitel. Todo su perfil parece un atentado hacia cualquier tipo de proporción o canon. La diminuta capilla que se abre, hacia los campos dejando a su izquierda el pueblo, con un arco rebajado, tampoco contribuye a darle más prestancia. Todas estas irregularidades lo dotan de la contundente belleza de lo popular. La diferencia tipológica del pilón de la Virgen del Pilar viene marcada por la propia advocación. El fuste al ser de sección circular reproduce el pilar en el que se le apareció la Virgen al apóstol Santiago en Zaragoza y al que debe su nombre. El 12 de octubre se acude en procesión y se canta una salve.

                               PILÓN DE SAN ANTONIO ABAD
                                     
                                      

                  Algo más alejado del casco urbano, junto al mismo camino hacia Alfambra se encuentra el pilón de San Antonio Abad. Repite el esquema de la mayoría de los pilones de Visiedo: una base ligeramente más ancha que el fuste; la capilla en este caso ligeramente más estrecha y remate piramidal coronado por una original cruz de forja. En la hornacina, abierta hacia el pueblo, aparecen dos azulejos, dedicados ambos al santo titular, un cuadrado y otro en forma de rombo. Todo él parece fruto de una reforma no muy lejana. Antiguamente se hacía una rogativa el día de Santa Cruz y se iba en procesión. Este pilón también servía como punto de referencia en las carreras que se hacían el día de San Isidro, pues el trayecto que los corredores debían realizar a pie consistía en llegar hasta este peirón y volver.

PILÓN DE SAN RAMÓN


 Junto al casco urbano, a un lado del camino hacia Camañas se encontraba el pilón de San Ramón del que sólo quedan los dos escalones de su grada cuadrada y parte de su fuste realizado con piedra sillar de gran robustez, que hacen poco verosímil que su deterioro se deba a causas naturales. Antes el día de Viernes Santo se paraba delante de este peirón en la procesión del Calvario.

PILÓN DE SAN CRISTÓBAL (NUEVO)


                                                             
Próximo al casco urbano, donde el camino se bifurca hacia la Dehesa, por un lado, y hacia la ermita de Santa Ana y Lidón, por otro, se encuentra un pilón bajo advocación de San Cristóbal, construido sobre una tapia de separación de campos. De planta cuadrada se remata con un chato chapitel piramidal coronado por una excelente cruz de forja. La hornacina se abre con un arco de medio punto, hacia el pueblo. El azulejo del santo titular, realizado en cerámica de Manises, se protege por una reja forjada. Este peirón se construyó en el cruce de los caminos en 1942, en recuerdo de Fermín Fernández, desaparecido en la guerra civil, con la esperanza de que volviera con vida. El original fue derribado en 1969 por un carro, siendo reconstruido en su actual emplazamiento por la persona que lo tiró.

PILÓN DE SAN ABDÓN Y SAN SENÉN


                        Situado, fuera del casco urbano, junto al camino que va hacia Fuentes se yergue el pilón de San Antón y San Senén. Directamente sobre la roca asienta una grada cuadrada de dos escalones, encima aparece un fuste, pintado recientemente de color amarillo, en el que aparece incrustada una cruz de madera. La capilla, ligeramente más ancha, abre su hornacina hacia el pueblo. El azulejo donde se representa a los santos fue realizado por Punter, pero no en la típica cerámica verdemarrón de Teruel, sino con una gama de colores más amplia. Sobre ella el robusto chapitel piramidal se remata con una bella cruz de forja. Fue restaurado hacia 1969 y a finales de los ochenta. En mi opinión el azulejo de los santos debe proceder de la primera reforma. Este peirón es, sin duda, el que mayor devoción concita entre los vecinos de Visiedo. También se le denomina “de los Santos de la Piedra” y “de los Santicos”. La primera acepción se debe a la leyenda según la cual “tras largos años de apedreo de las cosechas se trajeron estos santos para conseguir que no apedreara tanto”. Estos mártires de origen persa son venerados en muchas zonas de Aragón como los grandes protectores contra los estragos del pedrisco. La segunda acepción hace referencia, sin duda, a las dos imágenes dieciochescas que de estos santos se veneran en la iglesia de esta localidad, ya que dado su carácter procesional son de pequeño tamaño. En honor de estos santos se celebraba, con periodicidad irregular, un dance el domingo siguiente de la Ascensión, previamente los tres días anteriores se hacía una rogativa. Todos los años se les hace una novena, misa y procesión .

PILÓN DE SAN CRISTÓBAL

                                                   
                 En la misma dirección, al norte, sobre el cerro al que da nombre,  se alza el pilón de San Cristóbal, dominando un amplísimo panorama. Este estratégico emplazamiento mantiene la tradición según la cual “las ermitas de San Cristóbal se alzaban en el cimas más altas de los pueblos; así, los lugareños las podían ver desde que amanecía y se sentían protegidos por el Santo durante todo el día”. En este caso el peirón de San Cristóbal ha venido a sustituir a la ermita de San Cristóbal que había a media legua de Visiedo hacia Rillo de la que se tiene costancia de su existencia a principios del siglo XVIII. Se trata de un robusto peirón, cuyo fuste cuadrado, realizado en ladrillo recubierto de cemento, arranca directamente desde el suelo. Una pequeña capilla con un azulejo de Manises donde aparece el santo titular se abre mirando hacia la población con la sierra Palomera al fondo. Se remata con un chapitel piramidal muy plano en cuyo vértice florece una elegante cruz de forja. Posee un aspecto macizo que lo hace visible desde lugares muy alejados, convirtiéndolo en un punto de referencia sin igual dentro del término municipal. Su actual estado se debe a la intervención que se llevó a cabo entorno a 1973, que fue pagada por Antonina Campos y Modesto Martín. Aunque las inclemencias del tiempo han dejado sus huellas en él.

                                       PILÓN DE LA VIRGEN DEL CASTILLO
                                             

              Al sur, fuera del casco urbano, en el pie del monte de Santa Bárbara, en el camino a Santa Eulalia, donde se cruzan los caminos de esa ermita y el del monte Matamoros, se encuentra el pilón de la Virgen del Castillo. Repite el mismo esquema de los anteriores: con una base cuadrada ligeramente más ancha que el fuste, de igual sección, en cuyo remate se abre la hornacina, en este caso subrayada por una elemental moldura y coronada por un chapitel, muy chato en cuyo vértice se alza una pequeña cruz de forja. Aunque parece que fue adecentado tras la guerra civil en 1944 y más recientemente en 1985 necesitaría, al menos, una mano de cal. La hornacina se abre al sur, teniendo en su campo de visión la ermita de Santa Bárbara. En la actualidad el último viernes de agosto, al bajar de la procesión a esta ermita, se para delante de un pilón y se canta la salve que tradicionalmente se hacía el último viernes de junio. En la destruida iglesia, la advocación de Nuestra Señora del Castillo poseía un retablo dorado, que era de los mozos del pueblo y aún se sigue manteniendo que en las procesiones sean los mozos quienes saquen a la Virgen del Castillo.


sábado, 22 de agosto de 2015

SALVEMOS VILLA MARÍA Y SU ENTORNO EN BENICÁSIM.-

El Ayuntamiento de Benicasim ha autorizado la construcción de 16 apartamentos de lujo en la parcela de Villa María, que es junto a Villa Elisa la más representativa de las villas del municipio. Según uno de los folletos turísticos editado por el Ayuntamiento: “Esta zona costera, salpicada de afamadas villas fue conocida como el Biarritz Valenciano”.
Lo que distingue a Benicasim del resto de zonas turísticas de la costa son sus villas, que desde hace más de un siglo aportan singularidad, belleza y el frescor de sus pinos centenarios junto a la playa y el paseo. Y así se encarga de realzarlo el Ayuntamiento en la fiesta de la “Belle Époque”. Sin embargo, la construcción de apartamentos de lujo va a dejar para disfrute de unos pocos lo que deberíamos disfrutar todos.
Se pretende mutilar a la villa de su zona de jardines, lo que afectará grave e irremisiblemente a su belleza y funcionalidad originales. Por ello:
SOLICITAMOS que el Ayuntamiento de Benicasim suspenda la licencia de obras de la construcción de apartamentos en Villa María y en el entorno de cualquiera de las otras villas históricas de Benicasim.
Si te quieres unir a nuestra causa participa con tu firma en este enlace:   Http://bit.ly/salvavillamaría
  

jueves, 13 de agosto de 2015

LOS OCHO LUGARES MÁS EXTREMOS DE ESPAÑA.-


De norte a sur y de este a oeste, la geografía española está llena de rincones dignos de visitar. Sería difícil escoger uno cualquiera, pues todos cuentan con peculiaridades que los hacen únicos, pero sólo algunos tienen extremos que les llevan a cotas inalcanzables. Estos lugares no sólo son importantes por su situación geográfica, sino que también lo son por romper con los mitos más antiguos, por ofrecer un paisaje casi virgen donde la mano del hombre no ha llegado aún, o por contener una historia que un día les situó en un lugar privilegiado en los mapas.
1. Estaca de Bares, en La Coruña
Sus coordenadas le delatan como el punto más septentrional de la Península, además de ser la divisoria entre el océano Atlántico y el mar Cantábrico. Con una posición estratégica, el cabo de Estaca de Bares fue declarado Sitio Natural de Interés Nacional durante la II República. No obstante, si se concreta más, el punto más al norte de España está apostado en una meseta llamada Ventueiro, sobre un montículo cuya prolongación forma el cabo. Y, justo al final, se divisa el Estaquín de Sigüelos, el último de los islotes que sobresalen del mar.
Por su situación, en Estaca de Bares también está el faro más septentrional de España y un mirador en el antiguo semáforo de la Marina, ahora reconvertido en hotel y desde el cual se pueden ver los restos de una antigua base de control marítimo. Además, el enclave es uno de los mejores puntos de observación de aves de toda Europa, siendo zona de paso para varias rutas migratorias de especies marinas y terrestres procedentes del Atlántico, el Mediterráneo y el Ártico.
2. Punta de Tarifa, en la provincia de Cadiz
La Punta de Tarifa, conocida también como Punta Marroquí, es un cabo situado en el extremo suroeste de la isla de las Palomas o isla de Tarifa y constituye el punto más meridional de la Península Ibérica y también de la Europa continental. Además, es la divisoria geográfica entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo, situándose justo frente al casco urbano de Tarifa. Sobre la punta se alza la cota más alta de la isla, y allí está construido el faro.
3. Punta Restinga, en la isla de El Hierro
A escala nacional, el punto localizado más al sur es Punta Restinga, ubicada frente al muelle pesquero de la población que le da nombre, en el extremo sur de la isla de El Hierro. De origen volcánico, su relieve es variadísimo, por lo que se pueden encontrar acantilados, veriles, plataformas arenosas o cuevas en profundidades de más de 300 metros lo que, a su vez, convierte a este lugar en uno de los mejores para la práctica de submarinismo. Por otro lado, se pueden encontrar meros de gran tamaño, chuchos o peces trompeta, toda una variedad que hace que desde 1996 sea Reserva Marina de Interés Pesquero.
4. Cabo Touriñán, el más occidental de España
De vuelta a Galicia, aquí se ubica el lugar más occidental de la España peninsular. Curiosamente, no es Finisterre, como creían los romanos, que situaron en este punto el fin del mundo, aquel donde los barcos desaparecían en el horizonte. Se trata del Cabo Touriñán, un accidente geográfico inhóspito en un lugar de clima extremo y de grandes temporales, que le han convertido a lo largo de los años en testigo involuntario de incontables y trágicos naufragios en la Costa da Morte. De hecho, sólo en verano, coincidiendo con la marea baja, se puede contemplar la labor de los percebeiros, que arriesgan sus vidas en busca del preciado marisco.
Dentro del mismo, está la isla conocida como isla Herboso, do Castillo o A Insúa, donde existen diversos vestigios arqueológicos. Los visitantes también podrán encontrar un faro de 11 metros de altura que se construyó en 1981 para sustituir a otro más antiguo, creado en 1898 y del que todavía se mantienen en pie sus instalaciones.
5. Punta de la Orchilla, antiguo meridiano cero
Si se atiende a todo el territorio nacional, el punto español más al oeste es el que, hasta el siglo XIX fue considerado como el meridiano cero, Punta de la Orchilla, localizada en la isla de El Hierro. Antes del descubrimiento de América y cuando aún se pensaba que la tierra era plana, se consideraba que la isla canaria era la más occidental del mundo. De esta manera, en el siglo II, Claudio Ptolomeo lo tomó como referencia para convertirlo en meridiano cero, y así se mantuvo, hasta que en 1884 se trasladó al meridiano de Greenwich.
Actualmente, un faro se alza sobre la línea imaginaria que un día ubicó a la isla canaria en el extremo más occidental de todo el planeta.
6. Isla Masa de Oro, en el Cabo de Creus
El primer rayo de sol que llega a la Península Ibérica entra por la isla de Masa de Oro, por lo que constituye el punto más oriental peninsular.
Los pescadores la llaman así porque al amanecer reluce como un chorro de aceite y la pesca que hay en sus aguas es abundante. Está protegida dentro del Parque Natural del Cabo de Creus, el primero marítimo-terrestre de toda España.
7. Cabo del Esperó, en la isla de Menorca
En el conjunto de España, la brújula indica que el extremo este se sitúa en la Fortaleza de la Mola (Cabo del Esperó), en la entrada del puerto de Mahón, en Menorca. Este emplazamiento fue construido en el siglo XIX, frente al Castillo de San Felipe, para defender el puerto frente a los ataques británicos y franceses.

8. El centro peninsular de la discrepancia
En cuanto a la localización del centro peninsular existen muchas más disputas. Geográfica e históricamente se ha atribuido al Cerro de los Ángeles, situado en el municipio madrileño de Getafe. Su origen se remonta al tiempo de los musulmanes, quienes lo consideraron centro geométrico. Durante siglos, este lugar ha sido muy importante para los diferentes reinados y gobiernos que ha habido en el país. Así, Alfonso VI erigió en su cúspide una ermita y, en el siglo XX, Alfonso XIII inauguró la estatua del Sagrado Corazón. Además, por su posición estratégica fue un lugar muy disputado por el bando republicano y por el nacional durante la Guerra Civil española. En 1965, Franco inauguró el monumento que actualmente se alza sobre el cerro.
Pero no todos están de acuerdo. El municipio de Pinto, en la Comunidad de Madrid, también se atribuye esta referencia. Su topónimo procede de punctum (punto), debido a que el lugar era el espacio central de la Península para los árabes también. Hasta los años 60, en el lugar considerado como el centro había una gran piedra circular con un aspa en el medio, conocida como La Exacta. Esta hacía referencia a una leyenda que asegura que debajo de ella estaba enterrada un arca en la que los fundadores de la ciudad guardaron los instrumentos con los que calcularon el centro peninsular.




sábado, 18 de julio de 2015

LA FONDA DEL TOZAL Y LA FUNDACIÓN DE TERUEL.-


Cuando allá en el siglo XII
Alfonso llegó a Teruel,
el cerro donde ahora se alza
 el Torico que aquí ves:
eran yermos y barrancos,
parámos sin un ciprés,
terrenos inhabitables
para un cristiano de a pie.
La poca gente que había
ya poblaba estas laderas
cavando entre las calizas
casas con forma de cueva.
Pidió el rey una comida,
también, casa habitación,
jofaina para lavarse,
colchón de paja y jergón.
Unas cosas tan sencillas
propias de gente villana,
por aquel gran despoblado
todos buscaron con saña.
No pudiendo complacerle
ante el rey se presentaron:
"Esta tierra es de frontera
donde las gentes de armas
pelean como leones
 y duermen junto alimañas".
Esto que su majestad,
ahora a nosotros demanda
son lujos desconocidos
 y a nuestra mente no alcanza.
Dijo el rey muy enojado
viendo la despoblación:
Una Fonda en el Tozal
primero construiréis
si queréis que Fuero os dé
y alcanzar algún poder.
En el plazo de tres meses
luego aquí he de volver
y, si la Fonda está hecha,
 los Fueros yo firmaré,
mas, si no la hubiereis hecho
premiada será Villel.
De Tolosa traen cristianos,
 también, gente castellana,
picapedreros  navarros
llegan con yunques y mazas.
Construyen recias paredes
amplios patios, largas cuadras.
De cocina y comedores
déjanla bien amueblada,
que tiene que ver Alfonso
solar de nobleza y fama
pues ha de firmar aquí,
en esta preclara casa,
los Fueros que nos dan fama
y que dan la libertad,
a quien su poder alcanza.



miércoles, 24 de junio de 2015

LA LAGUNA DE GALLOCANTA: UN PARAISO CERCANO.-


Gallocanta está considerada como «la laguna natural más grande de España». Situada a mil metros de altitud entre las provincias de Zaragoza y Teruel, ocupa una extensión de 6.720 hectáreas. Ocupa los términos municipales de Santed, Gallocanta, Berruecos, Las Cuerlas, Bello y Tornos. Es una de las zonas húmedas más importantes de la península Ibérica y de Europa, por la fauna y flora que atesora. En sus aguas libres se desarrollan extensas praderas subacuáticas de algas. A mayor distancia de la orilla prosperan, en cambio, los pastizales de juncos; mientras que en los regueros y manaderos de agua dulce crecen los típicos carrizos o espadañas, por ejemplo.

La importancia de la vegetación impide el aterramiento de Gallocanta y sirve de filtro de las aguas de escorrentía. La diversidad vegetal de Gallocanta, además, favorece una impresionante variedad faunística; siendo el de las aves el grupo «más llamativo».
La grulla, quizás, supone el taxón más emblemático de Gallocanta: decenas de milles de ejemplares recalan en la laguna durante unas pocas semanas durante sus viajes migratorios entre el norte de Europa y los encinares extremeños y andaluces en noviembre (camino del Sur) y en febrero (de vuelta al norte). «Uno de los espectáculos nocturnos, sonoros y visuales más impresionantes de la naturaleza es la llegada masiva y puntual de las grullas a la comarca.  La gran mayoría de la población europea que se desplaza en la ruta occidental utiliza Gallocanta como área de descanso. Se han contabilizado hasta 60.000 ejemplares. Los bandos de grullas llegan de forma masiva al anochecer, siendo uno de los más impresionantes espectáculos visuales y sonoros de la naturaleza que capta la atención de numerosos visitantes que se acercan a ésta, durante los meses de noviembre y febrero.


Esta laguna está declarada  como Humedal de Importancia Internacional a principios de los años noventa del siglo pasado, por tratarse de de «un humedal natural raro e inusual dentro de la región biogeográfica considerada». Y debido a que  esta laguna aragonesa «sustenta de manera regular el 1% de los individuos de una población de una especie o subespecie de ave acuática», como ocurre en el periodo invernal con el pato colorado o la focha común.