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martes, 3 de noviembre de 2015

DIEZ COSAS QUE TODO CONDUCTOR DEBERÍA LLEVAR EN EL COCHE ESTE INVIERNO.-

Vamos a repasar una lista de objetos que normalmente nos sobrarían a bordo el resto del año pero que en caso de que las cosas se pongan feas en carretera pueden ser vitales para salir de una situación apurada:
1.- Un cepillo rascador para eliminar la nieve y el hielo de las lunetas. Sólo pensamos en él cuando nos falta y no podemos ponernos en marcha por falta de visibilidad.

2.- Por supuesto tendremos que meter las cadenas en el maletero y conservarlas allí los meses más fríos. Ya sean metálicas o textiles serán indispensables y nos podrán ser exigidas por los agentes de tráfico para poder dejarnos transitar por carreteras con riesgo de nevadas. Los espráis adherentes también funcionan en caso de nieve recién caída. Aunque lo mejor son las cubiertas de invierno para quienes transiten muchos kilómetros con tiempo frío.
3.- Unos buenos cables de arranque no ocupan mucho sitio y nos pueden salvar de quedarnos tirados o poder ayudar a algún otro automovilista. En invierno, con temperaturas bajo cero, la batería pierde potencia con facilidad y el motor necesita mayor energía para arrancar. Es frecuente agotarla y quedarnos inmovilizados.
4.- Una sólida eslinga de arrastre también nos permitirá ser remolcados después de una salida de la calzada, muy frecuentes con el piso helado. En los países nórdicos son casi obligatorias y cualquiera de los numerosos coches que acaban en la cuneta después de un patinazo son inmediatamente devueltos a la carretera por el primer automovilista que llega. La imperiosa necesidad hace que funcione muy bien el solidario "hoy por ti, mañana por mí".
5.- Si nos adentramos por carreteras secundarias, pistas forestales o pernoctamos en lugares donde pueda nevar copiosamente, tampoco sobra en el maletero una pequeña pala de campaña con la que podremos "desenterrar" el coche una vez cubierto por la nieve, despejar la que se haya acumulado en el camino hasta la zona barrida por el quitanieves o liberar el coche una vez "atrapado" por nieve blanda.
Importante la ropa de abrigo
6.- Ropa de abrigo extra será muy útil una vez en carretera. Si tenemos que salir al exterior del automóvil por una emergencia en mitad de un temporal, agradeceremos llevar un buen chaquetón impermeable, guantes y un gorro que nos protejan del frío y el viento.
7.- Una buena manta cálida de viaje (las de forro polar son muy ligeras, no abultan y son muy aislantes). Aunque parezca exagerado, muchos automovilistas se quedan bloqueados en Europa a causa de temporales de nieve. Resistir dentro del coche durante horas hasta que los servicios de emergencia despejen la carretera puede ser dramático si no tenemos combustible suficiente para aguantar con la calefacción puesta y bien abrigados.
                            
8.- Por la misma razón, disponer de agua y algunos alimentos energéticos harán que una situación muy desagradable se convierta en anécdota de viaje. No olvidarse de unas botellas de bebida y barritas energéticas aunque no vayamos demasiado lejos, el mal tiempo nos puede sorprender hasta en los desplazamientos cotidianos.
9.- Una buena linterna. Nos servirá para poder poner las cadenas por la noche, cambiar una rueda o hacer señales de emergencia en caso de necesidad. Hay modelos especialmente diseñados para el automóvil con luces intermitentes de varios colores y recargables en la toma de corriente del propio coche. Ni que decir tiene que siempre tenemos que disponer y hacer uso de los chalecos reflectantes y los triángulos de seguridad preceptivos.
10.- El teléfono móvil toma cobra una importancia vital en un caso de emergencia por mal tiempo. Llevarlo siempre recargado e incluso llevar un cargador o una batería auxiliar en el coche puede salvarnos la vida.

lunes, 6 de enero de 2014

Neumáticos de invierno: ¿alternativa a las incómodas cadenas? FOTOS.-

Los neumáticos de invierno son unos grandes desconocidos en nuestro país (donde los monta el 3 por ciento de los vehículos, frente al 30 por ciento del resto de Europa). Y es que estas gomas especializadas no sólo sirven para sustituir a las incómodas cadenas.
España es un país de contrastes. Y no, no hablamos de política, sino del tiempo. En la mayoría del país las temperaturas son extremas tanto por arriba en verano como por abajo en invierno, algo que afecta, y mucho, a esos cuatro puntos de enlace entre nuestros vehículos y el planeta Tierra: las ruedas, los neumáticos.
A nadie se le escapa que no es lo mismo circular por el interior de la provincia de Jaén un 13 de agosto a las cuatro de la tarde que por los Pirineos profundos un 13 de febrero a las ocho de la mañana. Las condiciones son extremas, las oportunidades de riesgo, en ambos casos, muy distintas pero muy presentes, y sin embargo estamos acostumbrados a calzar siempre a nuestro coche los mismos zapatos, sean cuales sean dichas condiciones.
¿Para qué sirven los neumáticos de invierno? "Para la nieve", responderán la inmensa mayoría de los conductores españoles, "como su propio nombre indica". Pues no. Su propio nombre indica justo eso, de invierno, o sea, en condiciones meteorológicas frías, por debajo de los siete grados (ver gráfico). En ese ambiente gélido, unos buenos neumáticos de invierno no sólo nos servirán para evitar el engorroso uso de las cadenas , sino que las prestaciones y condiciones de seguridad de nuestro vehículo se verán muy incrementadas.
El desconocimiento de dicha tecnología en nuestro país es casi total, pues tan sólo un 3 por ciento de los vehículos monta este tipo de neumáticos en época invernal, frente al 30 por ciento que lo hacen en el resto de Europa.

¿Qué aportan a mejor los neumáticos de invierno?

¿En qué aspecto mejoran las prestaciones del coche? En las que están más íntimamente ligadas a la seguridad: tracción, adherencia y frenada. ¿Y ello por qué? Porque el dibujo de la banda de rodamiento es mucho más complejo y profundo que en los neumáticos normales. El objetivo es evacuar agua, barro o nieve con la mayor celeridad, a fin de que la goma no deje de tomar contacto en todo momento con el piso. Además, las laminillas de los tacos (responsables principales de la adherencia de la rueda) se multiplican hasta ocho veces en los neumáticos de invierno. Y, como es lógico, el compuesto también difiere, con unas gomas más blandas para evitar su endurecimiento por debajo de esos referidos siete grados.
¿Y cómo se identifica un neumático de invierno? Por las letras M y S (de Mud y Snow, barro y nieve en inglés) acompañadas de un símbolo que representa una montaña de tres picos con un copo de nieve en su interior. Por tanto, si vemos un neumático con las siglas M+S, significa que es un neumático de invierno según la normativa europea, pero que aún no ha sido homologado como tal. En caso contrario, lo que veremos en dichas ruedas será 3PMSF (de 3 Peaks Mountain Snow Flake). En España la legislación avala que los neumáticos de invierno son una alternativa totalmente legal a las cadenas en los tramos en que estas sean obligatorias.

¿Cuándo es preferible montar el neumático de invierno?

¿Y cuándo es aconsejable su uso? Aunque esto depende mucho de la zona por la que circulemos, lo aconsejable es utilizar los neumáticos de invierno entre noviembre y marzo. De todas formas, y aunque su rendimiento baja considerablemente a altas temperaturas, un neumático de invierno está homologado para su uso en verano, y viceversa.
¿Es suficiente con montarlos únicamente en el eje motriz? Sí, por supuesto, para ello están homologados, pero si ambos ejes calzan ruedas de diferente configuración, se resienten sobremanera los niveles de conducción óptima e incluso la seguridad.
¿Y el precio? Los neumáticos de invierno suelen ser un 10 por ciento más caros que las gomas normales, aunque hay que tener en cuenta que si los adquirimos (todas las grandes marcas de neumáticos disponen de ellos), nos ahorramos las cadenas, además de que nuestras ruedas titulares descansan nada menos que cinco meses al año.
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