La Judería de Teruel está
situada dentro del casco histórico de la ciudad de Teruel y corresponde a la barriada donde, durante los
siglos XIII, XIV y XV, vivió mayoritariamente su comunidad judía. Situada en el
extremo oriental de la ciudad medieval, su centro geográfico está formado hoy
día por la plaza de la Judería. Hoy día, el barrio mantiene perfectamente el
urbanismo de origen medieval, con calles estrechas que se extiende entre el
torreón de Ambeles, el Tozal o
antigua puerta de Zaragoza y la Iglesia
de San Pedro.
La ciudad de Teruel, fundada hacia 1170 por el rey Alfonso II,
contó hasta su expulsión de 1492, con una importante comunidad judía, llegando
a ser la quinta aljama judaica del Reino de Aragón si se tienen en cuenta
los impuestos que obtenía la Corona. Llegó a tener una población de 350 o 400
vecinos, cuya vida giraba en torno a la sinagoga , aunque también contó con
varios oratorios privados financiados por familias ricas como los Najarí y los
Abenmale, así como de una carnicería.
La llegada de judíos a Teruel se sitúa a partir de los años
1250, aproximadamente, siendo a partir de 1270 cuando se fechan las primeras
referencias directas a vecinos turolenses judíos. Sin embargo, pronto se
consolidará esta comunidad, puesto que en 1279 ya existía la sinagoga. El rey
Pedro III apoyó directamente la instalación de nuevos pobladores judíos y
musulmanes en la ciudad de Teruel. Hacia 1460 el barrio inicia un rápido
declive debido a la emigración, consecuencia de la política antijudía
de Fernando II, que culminará con la expulsión en 1492.
El barrio
Como consecuencia de la Guerra Civil, la mayor parte del caserío
fue destruido, de ahí que una parte de los actuales edificios hayan sido
construidos durante la segunda mitad del siglo XX. Si bien a nivel
constructivo, apenas se conserva ningún edificio por las razones ya apuntadas,
desde el punto de vista arqueológico la judería de Teruel constituye uno de los
mejores conjuntos en Aragón. Ya a principios del siglo XX se produjo el
descubrimiento del cementerio judío, que reportó un interesante ajuar de joyas,
pero fue en 1978 cuando se llevó a cabo el descubrimiento de un amplio espacio
subterráneo, identificado por entonces como la sinagoga. Sin embargo, las
numerosas excavaciones arqueológicas realizadas en este sector de la ciudad han
permitido descubrir y conocer una buena parte del barrio medieval, aunque la
mayoría de estudios permanecen inéditos. Bajo la actual plaza de la Judería se
han descubierto los restos de cuatro viviendas, que contaban con amplias
bodegas subterráneas soportadas por arcos apuntados, construidas a partir de
1360 aproximadamente.
Actualmente, se trata de un barrio renovado y con mucha vida,
gracias a su proximidad al centro de la ciudad.
JUDÍOS
EN LA TECHUMBRE DE LA CATEDRAL La techumbre mudéjar de Santa María de
Mediavilla constituye un observatorio privilegiado sobre la percepción que los
coetáneos tienen de los judíos en el último tercio del siglo XIII, momento en
que la comunidad es todavía incipiente. En una de las ménsulas, relativas al
ciclo narrativo de la Pasión de Cristo, se representa a dos judíos, vestidos
con ropa corta y manto largo con capucha, señalando al Redentor e implicándose
a propósito en su muerte. La influencia de las órdenes mendicantes se plasma en
el expresionismo grotesco de sus rostros, con un perfil nasal exagerado.