martes, 10 de junio de 2014

EL CUENTICORTO.-

Había una vez un cuento cortito, de aspecto chiquito, letras pequeñitas y pocas palabritas. Era tan poca cosa que apenas nadie reparaba en él, sintiéndose triste y olvidado. Llegó incluso a envidiar a los cuentos mayores, esos que siempre que había una oportunidad eran elegidos primero. 

Pero un día, un viejo y perezoso periodista encontró un huequito entre sus escritos, y buscando cómo llenarlo sólo encontró aquel cuentito. A regañadientes, lo incluyó entre sus palabras, y al día siguiente el cuentito se leyó en mil lugares. Era tan cortito, que siempre había tiempo para contarlo, y en sólo unos pocos días, el mundo entero conocía su historia.


Una sencilla historia que hablaba de que

 da igual ser grande o pequeño, gordo o 


flaco, rápido o lento, porque precisamente 

de aquello que nos hace especiales surgirá
  
nuestra gran oportunidad.
                

                                           VILLALBA BAJA.-