martes, 29 de septiembre de 2015

EN EL SUPERMERCADO TODO ESTÁ ESTUDIADO.-

En un supermercado todo está perfectamente estudiado desde los lugares y la colocación de los productos hasta la música que acompaña a los clientes durante su compra. Todo ello, forma parte de una estrategia de marketing para aumentar el volumen de ventas.

Colocación

Generalmente los productos denominados de primera necesidad -leche, pan o papel higiénico- suelen estar ubicados al final del local. De esta manera, se obliga al consumidor a recorrer todo el establecimiento, y aumentan las probabilidades de que acabe comprando artículos no previstos en un principio.
Las ofertas especiales y las promociones también tienen una posición estratégica. De hecho, son una gran fuente de ingresos. Por eso, estos ítems se encuentran en las esquinas de los pasillos, áreas que gozan de una alta visibilidad., 
Otro gran filón es la línea de caja. Allí los más pequeños tienen a su alcance chucherías y chocolatinas. Evidentemente, está es una oportunidad para contribuir a llenar la cesta de la compra que no pueden desaprovechar.

Los sentidos

Los sentidos a menudo son elementos decisivos, y estimularlos forma parte del trabajo de los supermercados. El olfato, por ejemplo, está muy vinculado con la memoria. Por tanto, con el olor de un alimento el cliente recordará momentos en los que disfrutó degustando ese producto.
La música que se escucha también afecta a la manera de comprar. Si la canción tiene un ritmo acelerado los clientes recorren los pasillos a mayor velocidad. Por esta razón, escogen melodía con una musicalidad más pausada.
El sabor y la vista son los sentidos más importantes a la hora de comprar. Los supermercados lo saben, y ayudan a alentarlos. Colocar los productos de mejor aspecto a la vista o ofrecer a los consumidores degustar alimentos son algunas de sus tácticas.