miércoles, 24 de junio de 2015

LA LAGUNA DE GALLOCANTA: UN PARAISO CERCANO.-


Gallocanta está considerada como «la laguna natural más grande de España». Situada a mil metros de altitud entre las provincias de Zaragoza y Teruel, ocupa una extensión de 6.720 hectáreas. Ocupa los términos municipales de Santed, Gallocanta, Berruecos, Las Cuerlas, Bello y Tornos. Es una de las zonas húmedas más importantes de la península Ibérica y de Europa, por la fauna y flora que atesora. En sus aguas libres se desarrollan extensas praderas subacuáticas de algas. A mayor distancia de la orilla prosperan, en cambio, los pastizales de juncos; mientras que en los regueros y manaderos de agua dulce crecen los típicos carrizos o espadañas, por ejemplo.

La importancia de la vegetación impide el aterramiento de Gallocanta y sirve de filtro de las aguas de escorrentía. La diversidad vegetal de Gallocanta, además, favorece una impresionante variedad faunística; siendo el de las aves el grupo «más llamativo».
La grulla, quizás, supone el taxón más emblemático de Gallocanta: decenas de milles de ejemplares recalan en la laguna durante unas pocas semanas durante sus viajes migratorios entre el norte de Europa y los encinares extremeños y andaluces en noviembre (camino del Sur) y en febrero (de vuelta al norte). «Uno de los espectáculos nocturnos, sonoros y visuales más impresionantes de la naturaleza es la llegada masiva y puntual de las grullas a la comarca.  La gran mayoría de la población europea que se desplaza en la ruta occidental utiliza Gallocanta como área de descanso. Se han contabilizado hasta 60.000 ejemplares. Los bandos de grullas llegan de forma masiva al anochecer, siendo uno de los más impresionantes espectáculos visuales y sonoros de la naturaleza que capta la atención de numerosos visitantes que se acercan a ésta, durante los meses de noviembre y febrero.


Esta laguna está declarada  como Humedal de Importancia Internacional a principios de los años noventa del siglo pasado, por tratarse de de «un humedal natural raro e inusual dentro de la región biogeográfica considerada». Y debido a que  esta laguna aragonesa «sustenta de manera regular el 1% de los individuos de una población de una especie o subespecie de ave acuática», como ocurre en el periodo invernal con el pato colorado o la focha común.






lunes, 8 de junio de 2015

LA MONTAÑA DORADA.-


   Érase una vez dos chicos que querían ir a la “montaña Dorada”. Muchos lo habían intentado pero nadie lo había conseguido. Bien de mañana los dos héroes salieron del pueblo por la calle Tercera de San Pablo, pasando primero por las casas de sus familiares, para despedirse por si no volvían.

      Después de dejan preocupados a sus familiares, comenzaron la ruta por el Bosque Tenebroso. Después de un largo camino comenzaron a imaginar que los árboles querían comérselos, Así que empezaron a correr hasta dejar el bosque.

      Al dejar el bosque quedaron asombrados al contemplar la Montaña Dorada. Después de una hora de escalada, vieron un Centauro, mitad persona, mitad toro que estaba protegiendo el árbol dorado. Se quedaron esperando hasta que se despistó, momento en el que le clavaron los dos sus espadas en la espalda, su único punto débil.


     De esta forma consiguieron la inmortalidad tras comerse las manzanas Doradas que colgaban del Árbol Dorado.
     Al llegar a su aldea, los familiares les estaban esperando debido al mucho tiempo que tardaron. La madre de uno de ellos los vio a lo lejos saliendo del Bosque Tenebroso y dio el aviso. Todos salieron a recibirlos y a escuchar cómo consiguieron la Inmortalidad.

     Los dos valientes contaron muy despacio y con muchos detalles su hazaña, y todos sus familiares quedaron embobados por sus palabras. Al final, explicaron que el Don conseguido lo utilizarían para ayudar a todos los necesitados.

     
                                           Youssef. VILLALBA BAJA