viernes, 8 de marzo de 2013

EL PROBLEMA WHATS APP.-





               WhatsApp es un software  demensajería instantánea para teléfonos inteligentes. Además del envío de texto, permite la transmisión de imágenes, video y audio, así como la localización del usuario siempre y cuando exista la posibilidad. La aplicación utiliza la red de datos del dispositivo móvil en el que se esté ejecutando, por lo tanto funciona conectada a Internet a diferencia de los servicios tradicionales de mensajes cortos o el sistema de mensajería instantánea. Contrariamente a las creencias de muchas personas, la aplicación para móviles no es una red social a diferencia de redes sociales como Twitter o Facebook.

             El problema es que es gratis y que todo lo que no cuesta nada se devalúa. Es cierto que nos escribimos más que nunca, pero también lo es que nunca habíamos sido tan banales ni tan inconsistentes, y que nuestras vidas nunca habían estado tan desestructuradas. Los 140 caracteres de Twitter y estos WhatsApp igualmente gratis destruyen la sintaxis y la ortografía, la transmisión de valores, la jerarquía; y el rufián y el profesor quedan igualados y todo pasa a carecer del más mínimo de los sentidos.
                Lo gratis lo carga el diablo, como el relativismo, como el igualitarismo atroz, como la falta de tensión y de jerarquía. El WhatsApp es la última conquista de la ordinariez, el último estandarte de nuestra decadencia anunciada. Yo tengo WhatsApp un poco por lo que decía Ortega, cuando un alumno le preguntó:
 -Maestro, ¿administración se escribe con hache?
-Sí- le respondió
-¿Por qué le ha dicho que sí?- le recriminó su secretario.
-Por curiosidad, por ver dónde la pone.


            Estamos en lo más bajo que podíamos haber caído. Lo gratis ha acabado de romper cualquier rigor, y cuesta más protegerse del tumulto que de una enfermedad contagiosa. La inteligencia es constante y la Humanidad no para de crecer. Hay que abolir el acceso indiscriminado, la masa como protagonista de la sociedad, la cantidad como sustituta de la calidad.
           Lo que no cuesta nada no vale nada. Sin sacrificio no hay verdadera voluntad. Y sin voluntad no hay nada más que este vómito constante de la muchedumbre desbocada. Todo tendría que costar un precio, y no un precio cualquiera. No todo tendría que estar al alcance del primer ímpetu de cualquier idiota. Así cayo Mubarak y ya hoy se le echa de menos en la plaza ensangrentada.
          La democracia tal como la entendemos no se puede aplicar de cualquier manera ni en cualquier parte. Ni todo vale todo, ni nada vale nada. Las redes sociales nos comunican y la vez nos aíslan, nos acercan pero a un mundo cada vez más irreal y cada vez es más discutible su representatividad, y por lo tanto su utilidad.
           Facebook sirve para poco más que para follar. En Twitter cada vez se suscitan polémicas más absurdas y más alejadas de la realidad. Un ejército de tarados hablan en nombre de todo el mundo en lugar de tomar su medicación. Alguien voló sobre el nido del cuco.
         Sin precio no hay valor. Sin jerarquía no hay calidad. Sin inteligencia sólo hay multitud, desesperanza, y ni la música puede sustituir las lágrimas.

          DICHO LO CUAL, ME PARECE BIEN QUE LE VAYAN A PONER COTO A ESTE DESPROPÓSITO Y QUE EMPIECEN POR COBRAR ALGO POR USARLO, AUNQUE NOS DUELA EL BOLSILLO EN LOS TIEMPOS QUE ESTAMOS.

lunes, 25 de febrero de 2013

LA LEYENDA TUROLENSE MEDIEVAL DE ALVAR Y SANCHA.-




        La historia de Álvar y Sancha acaeció en el Teruel de la Edad Media. 
     
        Ambos jóvenes, pertenecían a dos familias muy importantes de la ciudad, casi siempre enfrentadas por el dominio y control de la villa turolense: los Muñoz y los Marcilla. 

        
Álvar era un joven pendenciero, mujeriego, amigo de la bulla nocturna y un tantofollonero. De sus aventuras y desordenada vida estaba al corriente todo el mundo, hasta los propios Marcilla.

        Como a cualquier joven, le llegó también el momento de sentar la cabeza. Así que determinó cambiar aquel tipo de vida por otra más honesta y modélica.


        Pero tal cambio no tenía otra explicación sino la de sentirse enamorado, enamorado como cualquier joven de su edad. Se había enamorado de Sancha, la hija de los Marcilla. 


        Lo que para él era un simple enamoramiento, era algo bastante más complicado para su propia familia, pues así se lo explicaron cuando les comentó que se había enamorado de tal jovencita. 

       A pesar de todo siguió cortejando a escondidas a su amada y la pasión amorosa entre ambos fue creciendo día tras día. 
Entre tanto Álvar no cesó de insistir ante su propia familia hasta conseguir el consentimiento familiar para casarse con Sancha.
Peor le fue a la Marcilla, pues al enterarse su padre de que la cortejaba semejante elemento, le puso por guardián a una dama que no la dejaba ni a sol ni a sombra, toda vez que impedía cualquier intento de comunicación entre ambos.

       El ardiente enamorado, armado del poder que da el dinero para tales ocasiones, compró a la dama-guardián para facilitarle las citas con su amada.



       Pasados unos días, Alvar le propuso a Sancha huir lejos de la ciudad, a un lugar donde su amor fuera libre y no tropezase con ningún obstáculo. Ella accedió y juntos decidieron fugarse a las doce de esa misma noche. Cruzaron el portal de Zaragoza y tomando los caballos que les tenía preparados el criado de Alvar dieron comienzo a su aventura.

       Entretanto, el padre de Sancha habiendo echado en falta a su hija, presionó a la dama-guardián, que estaba al corriente de lo sucedido, hasta conseguir que confesara la fuga de los enamorados. Enterados los hermanos de Sancha, partieron en su busca, cual si de un rapto y afrenta se tratara. Y camino de Alfambra, a una legua de Teruel alcanzaron a los fugados. Tras rescatar a la hermana dieron muerte a Álvar dejándolo abandonado.


                   
       El Juez de Teruel, al enterarse de lo ocurrido, mandó prender y juzgar a los asesinos. Al destierro fueron condenados, y… a levantar una cruz al muerto en el lugar del crimen.

      Y así terminaron los trágicos amores de Álvar y Sancha, otros dos turolenses cuya trágica historia, siendo también trágica, no alcanzó la categoría de la de Los Amantes de Teruel.



lunes, 18 de febrero de 2013

martes, 5 de febrero de 2013

LOS MEDIEVALES DE TERUEL. FOTOS.-

                                     

                                  EL NACIMIENTO DE UNA TRADICIÓN:

 Desde el año 1997 se celebra en Teruel la que ya es una de las fiestas más importantes de la ciudad: "Las Bodas de Isabel de Segura".
 Somos testigos  de un fenómeno insólito: El  nacimiento de una tradición.

Miles de turolenses revivimos el ambiente medieval de la ciudad del siglo XIII con la participación masiva en los actos que se celebran en las calles: mercado medieval, teatro, música, baile... y en especial la "Historia de los Amantes de Teruel" representada por toda la ciudad a lo largo de los días que dura la celebración.











jueves, 31 de enero de 2013

CINCO DE LOS 14 PUEBLOS MÁS BONITOS DE ESPAÑA SON DE TERUEL.-


                                                                                        (FOTO DE VALDERROBRES)
               
Cinco de los catorce pueblos más bonitos de España son de la provincia de Teruel. Son Valderrobres, Rubielos de Mora, Albarracín, Calaceite y Puertomingalvo. Pueblos que reúnen características comunes en cuanto a belleza y conservación de su patrimonio.
              Forman parte de la Red de los pueblos más bonitos de España, una asociación creada en 2011 con el objetivo de preservar, fomentar y difundir el patrimonio cultural, natural y rural agrupando bajo una misma marca de calidad pueblos con una población menor a 15.000 habitantes.
          Así, describen Valderrobres como "un espectacular pueblo con encanto de la comarca del Matarraña, donde casi todos sus pueblos entrañan un encanto espectacular. Se podría decir, sin duda, que Valderrobres es el máximo exponente".
                                          (PATIO DE RUBIELOS DE MORA)
       Respecto a Rubielos de Mora, afirman que cuenta con un casco histórico muy bien conservado y llegó a contar con una muralla de siete portales para acceder al pueblo de los que tan solo quedan dos. 

                                                            (FOTO DE ALBARRACÍN)

        En cuanto a Albarracín, a 1.182 metros de altitud, está declarado conjunto histórico-artístico desde 1961, "este pueblo entra, sin lugar a dudas, con letras de oro en nuestro catálogo y es un pueblo que no te puedes perder".
                                                                     (FOTO DE CALACEITE)
       De Calaceite resaltan su declaración como conjunto histórico-artístico en 1973 y que desde su plaza mayor, con su ayuntamiento del año 1609, se van tejiendo los recorridos por donde se visita el pueblo, a través de sus preciosas calles.
                                                  (FOTO DE pUERTOMINGALVO)
              Finalmente, de Puertomingalvo, la Red destaca que es un sitio pintoresco, donde el castillo juega un importante papel. El pueblo tiene estrechas calles repletas de edificios de aquitectura popular, donde su máximo exponente es su ayuntamiento del siglo XIV.

viernes, 25 de enero de 2013

LA IMPORTANCIA DE LA CLASE DE RELIGIÓN SEGÚN PEREZ-REVERTE.-


                                            Me lo comentó el otro día una profesora que trabaja en un colegio laico, mixto, de excelente nivel y prestigio. Con vitola culta y liberal. De los veintitantos niños de ocho a nueve años que tiene en su clase, sólo dos cursan Religión como asignatura optativa. Y en el resto del cole, más menos. Casi todos los padres eligen para sus hijos algo llamado Alternativa. Eso me picó la curiosidad. Lo mismo me da para insultar a alguien el próximo domingo, me dije. Que en los últimos artículos me he amariconado mucho. Así que esta semana hice algunas preguntas y obtuve, como veía venir, apasionantes respuestas. Y conclusiones. La principal, básicamente, es que lo mismo con el Pepé, con el Pesoe o con la madre que nos parió, esto va a seguir siendo una puñetera bazofia para analfabetos. Porque seamos justos. Ni siquiera podemos echar la culpa a los planes infames de educación que unos y otros nos llevan asestando desde hace tiempo. Los primeros responsables, los culpables son los mismos papis. O sea. No sé si me explico. Somos nosotros.

              Imagino que a estas alturas de la página y sus titulares algún simple habrá pensado: vaya carca, el amigo Reverte, pidiendo el catecismo para los niños. Pero no estoy hablando de eso. Cuando lamento que los padres elijan para sus niños Alternativa en lugar de Religión, no añoro doctrina cristiana ni encaje de bolillos teológico. A mi juicio, la asignatura de Religión debería ser un espacio donde a un niño se le dotara de los mecanismos culturales adecuados para comprender el peso y papel de las religiones en el mundo: Islam, budismo, etcétera. Lo que se trajina. Lo que hay. Y también, naturalmente, el Cristianismo y el peso indudable que la Iglesia Católica, para bien y para mal, ha tenido en veinte siglos de civilización y cultura europea. En las bases de lo que algunos aún llamamos Occidente. Lo mismo que la cultura clásica, el Renacimiento o la Ilustración: somos Homero, Platón y la Enciclopedia tanto como los Evangelios y la Biblia. A ver de qué manera van a poder interpretar las claves de esa cultura europea, disfrutarla y aprovecharla, chicos a los que se limita la posibilidad de conocer sus raíces elementales. Su sedimento de siglos. Por poner un ejemplo fácil: de qué le sirve a un joven visitar el museo del Prado si desconoce los mitos y personajes que figuran en la mayor parte de los cuadros.
                                          
                                                       
                 Hagan una prueba. Yo la hice, y todavía me tiemblan las manos. Pregunten a una docena de chicos de quince años, formados en esa ESO nefasta que nos legaron los infames Maravall y Solana, con la complicidad posterior de tanto idiota y/o cobarde responsable de Educación -que cada uno se adjudique el adjetivo adecuado- y el remate de los analfabetos que legislan desde Bruselas, cómo se tomaba la vida Job, qué lamentaba Jeremías, qué es multiplicar panes y peces o qué efecto produjeron las trompetas de Jericó. Aunque tampoco crean ustedes que lo de Religión es para tirar cohetes. Que eso garantiza nada. En este mundo descafeinado y edulcorado que ofrecemos a las criaturas, algunos consideran que ya han cumplido con ponerle el Moisés de Disney a los niños. Los más osados van por ahí, figúrense, por ese registro de perfil bajo: pajaritos y flores en el Edén, Ruth y Booz bailando entre espigas de trigo, José perdonando a los hijoputas de sus hermanos. Cosas así. A ver qué profesor tiene huevos, con los papás y los políticos y la sociedad de ahora, a contarles a los niños que Judith degolló a Holofernes tras echarle un polvo, que Noé no habría pasado un control de alcoholemia, que Abraham quiso dar matarile a su nene, o que Sansón, ciego por culpa de un malvado putón verbenero -me sorprende que las ultrafeminatas radicales no hayan exigido todavía borrar tal episodio de la Biblia-, se suicidó llevándose por delante a toda la peña de filisteos y filisteas. Que ésa es otra.
               Pero bueno. Ni siquiera Disney, oigan. En lugar de aprender esas y otras cosas apasionantes o divertidas en clase de Religión, los niños van en masa a la de Alternativa, a tocarse las pelotillas -o su correspondiente, las niñas- haciendo manualidades y chorradas. Perdiendo el tiempo de forma miserable. Eso sí: disfraces y fiestas de primavera, de verano, de otoño, de invierno, Halloween y cuanta estupidez se ponga a tiro, no se pierden ni una. Hasta el pavo de Acción de Gracias empiezan a comer en algunos colegios -que hay que ser gilipollas- aunque los enanos no tengan ni idea de qué agradecer, ni a quién. Por lo demás, sobre la asignatura de Alternativa puedo citar un ejemplo cercano, certificado: el curso pasado, a una sobrina mía -este año sus padres, agnósticos y de izquierdas, la han apuntado a Religión- le enseñaron a jugar al bingo.